La Imagen del Santísimo Cristo del Descendimiento es un antiquísimo crucificado de talla anónima, realizado en material de cartón-piedra.

Su hechura también es desconocida, aunque en documentos encontrados, los cuales son testamentos antíguos, ya citaban donaciones de ajuar al Señor en el año 1608. 

El Santísimo Cristo del Descendimiento, o también popularmente conocido en la localidad como "el Señor del Santo Entierro", tiene la particularidad de poseer brazos articulados, ya que este es descendido de la cruz, en la cual permanece todo el año venerado en su altar, para pasar a la posición yacente para la realización de la Estación de Penitencia en su Santo Sepulcro en la noche del Viernes Santo.

La Sagrada Imagen ha sufrido a lo largo de su historia varias restauraciones y retoques, lo cual se pudo corroborar tras estudiarse en las instalaciones del IAPH en el año 2013. Fue este año la última vez que se restauró por el profesional y afamado restaurador D. Pedro Manzano en su taller trianero de la Calle Pureza. 

Con esta intervención, los devotos y hermanos de nuestra Corporación pudimos redescubrir al Señor en todo su explendor, ya que se logró sacar a la luz su primera policromía, tal y como fue concebido. También fue subsanada su estructura interna y articulaciónes, así como la inclusión de unos cajillos especiales en su cabeza para insertar las respectivas potencias, garantizando así su seguridad e integridad.

El Señor recibe culto durante todo el año en el lateral derecho de la nave central de la Iglesia Parroquial Santa María la Mayor de Pilas, en un altar realizado y tallado en mármol rojo.

María Santísima en su Soledad es una imagen de candelero de vestir de fecha y autor desconocido, aunque muchos entendidos en la materia no dejan de afirmar que Juan de Astorga tuvo que haber intervenido de alguna manera en la Sagrada Imagen, dejándole su impronta, y habiéndole servido Ella como modelo para ejecutar posteriormente su bellas dolorosas.

Ya en el año 1595 aparece una donación testamentaria y limosna para el sufragio de una misa de difuntos a la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, por lo que la devoción a tal advocación ya existía. Lo que no podemos afirmar es que sigue siendo la misma talla la que recibia culto público y era Titular de la Hermandad.

Nuestra Señora de la Soledad, posee un gran arraigo y devoción en la localidad de Pilas, siendo el eje central de la devoción de nuestra Hermandad. Se encuentra entronizada en una Capilla de la nave lateral derecha de la Iglesia Parroquial Santa María La Mayor, donde recibe culto todo el año.

Se conocen pocas intervenciones sobre la talla de la Santísima Virgen, siendo la última a principios de los años 80, donde se le hizo un candelero y juego de articulaciones nuevas, ganando así la Imagen más altura.

En enero de 2020, María Santísima en su Soledad fue trasladada a las instalaciones del IAPH para ser estudiada, quedando pendiente los datos sobre tal informe y su posible restauración.

La Sagrada Imagen del Dulce Nombre de Jesús, o conocida popularmente en la localidad como"Niño de Dios de las Carreritas", ya que protagoniza, junto a la Patrona del Pueblo, esta fiesta el Domingo de Resurrección, es una talla en madera atribuida al círculo de Martinez Montañez, por sus indiscutibles rasgos montañesinos.

En antaño, esta Imagen llegó a tener su Hermandad propia (Hermandad del Dulce Nombre de Jesús), pero debido a su desaparición, es la Hermandad de la Soledad en el año 1977 la que incluye en su nómina de Titulares a dicho Niño Jesús.

Entre las intervenciones que se conocen sobre la Imagen consta una en los años 80 y otra posterior en el año 2016, ambas a cargo del Profesor y Restaurador D. Juan Manuel Miñarro.

El Niño de Dios de las Carreritas recibe culto todo el año en un retablo situado en el lateral derecho del Altar Mayor, el cual permanece todo el año vestido con traje o túnica, a excepción del Domingo de Resurrección que luce su atuendo tradicional, dejando a la vista su cuerpecito completo, tal y como podemos apreciar en la fotografía.

Nace en Bilbao en 1843 en el seno de una familia profundamente cristiana donde le inculcan las virtudes humanas que fueron la base de una vida excepcional. Se casó joven con D. José Vilallonga y fue madre de siete hijos.

El despegue industrial de Bilbao y la riada de emigrantes atraídas por la oferta de trabajo facilita la degradación de la vida y la condición humana y moral de muchas de estas gentes. Surge entonces la figura de Rafaela Ybarra, que se rebela contra la injusticia, los abusos y los vicios creados por la prepotencia de la prosperidad. 

Con gran sensibilidad cristiana y social se entrega completamente a las principales víctimas de aquella sociedad: las jóvenes y niñas. Recoge de las calles a las más desfavorecidas creando Instituciones de acogida donde les proporciona todo aquello que la sociedad les niega: cariño, alimentación, educación, salud y amor.

En 1892 funda la Congregación de los Ángeles Custodios que hoy hacen vivo y presente, con más de 35 casas repartidas por España y América, uno de sus grandes mensajes “nunca os canséis de hacer el bien”.

El 19 de Julio de 1985, Dña. Blanca Medina Medina hizo entrega a esta Hermandad de una reliquia de la Beata Rafaela Ybarra, Vda. De Vilallonga, acompañada de una bula de autenticidad fechada en Roma el 30 de Septiembre de 1984 y firmada por el P. Teodoro Zamalloa, O.S.S.T. postulador.

En Cabildo de Oficiales del 4 de Septiembre de 1985 se acuerda confeccionar un ostensorio para dicha reliquia, el cual procesiona actualmente en la tarde del Viernes Santo ocupando la calle central del Paso de Palio de Ntra. Sra de la Soledad, acordándose en Cabildo Extraordinario del 4 de Febrero de 1986 que el acto de bendición de la Reliquia fuese el 23 de Febrero del mismo año. En el citado Cabildo se acuerda invitar a la Función religiosa del acto de bendición a los familiares de la Beata Rafaela Ybarra y se nombran Hermanos honorarios a Dña. Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, a Don Luis Medina Vilallonga, nieto de la Beata, Duques de Medinaceli y a Don Luis Medina Fernández de Córdoba, Duque de Santisteban del Puerto. El Duque de Medinaceli delega su representación en su hijo primogénito, quien asiste a la Santa Misa en cuyo Ofertorio se efectuó la bendición por el Rvdo. P. Sr. Don Antonio Balboa Gómez.

El 2 de agosto de 2011, vienen aprobadas una modificiación de Reglas, en las cuales y previo votación en un Cabildo General de Hermanos, se incluye a tal Beata en el Título de nuestra Corporación como Cotitular de la Hermandad, celebrandose su Solemne Función el día 23 de Febrero.